Nariz electrónica para monitoreo de diabetes mellitus
Por Ricardo Capilla
Argonmexico / La doctora Berenice Domínguez Cruz, investigadora adscrita al programa Cátedras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), fue distinguida con una de las cinco Becas para Mujeres en la Ciencia L’Oréal-Unesco-Conacyt-AMC 2018 por su contribución al desarrollo de olfatos electrónicos para la evaluación de diabetes mellitus mediante el aliento.
Un olfato electrónico —también conocido como nariz electrónica— busca imitar el funcionamiento del sistema olfativo de una persona donde, al igual que en la nariz humana, participan varios sensores que reaccionan a moléculas específicas y generan señales que son transformadas en información en el cerebro.
En el caso de este proyecto llevado a cabo en el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav), los sensores están elaborados a base de polímeros. Una vez que las sustancias se impregnan en los sensores, la información es enviada a una unidad de interpretación, donde se miden sus concentraciones.
“Este trabajo se encuentra en la fase de desarrollo de materiales y de instrumentación electrónica. Posteriormente, cuando tengamos un prototipo funcional, el objetivo sería probarlo en poblaciones sanas y en poblaciones diabéticas para estudiar el comportamiento del aliento de los grupos y, por ende, determinar los niveles que nos indiquen cuándo se considera que una persona es diabética y cuándo está sana”, explicó.
¿Qué revela el aliento de un paciente?
Material compuesto del sensor visto en el microscópio electrónico.Los sensores desarrollados en el proyecto tendrán la capacidad de medir acetona, acetoacetato y betahidroxibutirato, tres marcadores que pueden ser encontrados en una concentración más alta de lo normal en el aliento de las personas que padecen diabetes mellitus.
“La ventaja principal de este dispositivo es que se trataría de un sistema de monitoreo no invasivo, entonces las personas podrían prescindir de los métodos que requieren de la extracción de una muestra de sangre. Además, se está pensando en que el dispositivo tenga bajo costo”.
La doctora Domínguez Cruz añadió que aunque no existe todavía un consenso sobre los niveles máximos de estos tres marcadores en el aliento de las personas diabéticas, una concentración aumentada de estas sustancias sí se considera una señal de alarma, por lo que es recomendable monitorear el organismo.
Esta línea de investigación se inició en el Grupo de Polímeros del Cimav y posteriormente dio lugar a un proyecto grupal de Cátedras Conacyt, dentro del cual labora la investigadora. Hasta el momento el proyecto cuenta con el desarrollo de prototipos de los sensores que estarán instalados dentro de la nariz electrónica.
La investigadora indicó que como parte del trabajo del grupo se tiene ya una solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para el sensor polimérico sensible a la acetona, así como una publicación en una revista indexada.
Domínguez Cruz dijo que la beca otorgada por L’Oréal México, en conjunto con la Comisión Mexicana de Cooperación con la Unesco (Conalmex), el Conacyt y la Academia Mexicana de Ciencias, servirá para financiar el proyecto y ayudará al desarrollo del prototipo, además de que a nivel personal es una gran motivación que se haya visto potencial en el trabajo que está desarrollando.
Por Ricardo Capilla
Argonmexico / La doctora Berenice Domínguez Cruz, investigadora adscrita al programa Cátedras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), fue distinguida con una de las cinco Becas para Mujeres en la Ciencia L’Oréal-Unesco-Conacyt-AMC 2018 por su contribución al desarrollo de olfatos electrónicos para la evaluación de diabetes mellitus mediante el aliento.
Un olfato electrónico —también conocido como nariz electrónica— busca imitar el funcionamiento del sistema olfativo de una persona donde, al igual que en la nariz humana, participan varios sensores que reaccionan a moléculas específicas y generan señales que son transformadas en información en el cerebro.
En el caso de este proyecto llevado a cabo en el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav), los sensores están elaborados a base de polímeros. Una vez que las sustancias se impregnan en los sensores, la información es enviada a una unidad de interpretación, donde se miden sus concentraciones.
“Este trabajo se encuentra en la fase de desarrollo de materiales y de instrumentación electrónica. Posteriormente, cuando tengamos un prototipo funcional, el objetivo sería probarlo en poblaciones sanas y en poblaciones diabéticas para estudiar el comportamiento del aliento de los grupos y, por ende, determinar los niveles que nos indiquen cuándo se considera que una persona es diabética y cuándo está sana”, explicó.
¿Qué revela el aliento de un paciente?
Material compuesto del sensor visto en el microscópio electrónico.Los sensores desarrollados en el proyecto tendrán la capacidad de medir acetona, acetoacetato y betahidroxibutirato, tres marcadores que pueden ser encontrados en una concentración más alta de lo normal en el aliento de las personas que padecen diabetes mellitus.
“La ventaja principal de este dispositivo es que se trataría de un sistema de monitoreo no invasivo, entonces las personas podrían prescindir de los métodos que requieren de la extracción de una muestra de sangre. Además, se está pensando en que el dispositivo tenga bajo costo”.
La doctora Domínguez Cruz añadió que aunque no existe todavía un consenso sobre los niveles máximos de estos tres marcadores en el aliento de las personas diabéticas, una concentración aumentada de estas sustancias sí se considera una señal de alarma, por lo que es recomendable monitorear el organismo.
Esta línea de investigación se inició en el Grupo de Polímeros del Cimav y posteriormente dio lugar a un proyecto grupal de Cátedras Conacyt, dentro del cual labora la investigadora. Hasta el momento el proyecto cuenta con el desarrollo de prototipos de los sensores que estarán instalados dentro de la nariz electrónica.
La investigadora indicó que como parte del trabajo del grupo se tiene ya una solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para el sensor polimérico sensible a la acetona, así como una publicación en una revista indexada.
Domínguez Cruz dijo que la beca otorgada por L’Oréal México, en conjunto con la Comisión Mexicana de Cooperación con la Unesco (Conalmex), el Conacyt y la Academia Mexicana de Ciencias, servirá para financiar el proyecto y ayudará al desarrollo del prototipo, además de que a nivel personal es una gran motivación que se haya visto potencial en el trabajo que está desarrollando.