Con Historias Femeninas Deprimentes Érika Zepeda Obtuvo el Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri 2016
Por Dany García/Argonmexico
· Su libro 63 señoritas condenadas a la desolación reúne narraciones cortas sobre los diferentes papeles que se le han impuesto a la mujer
Al incursionar por primera vez en la escritura para adultos, la escritora tapatía de literatura infantil Érika Zepeda ganó el Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri 2016, con la obra titulada 63 señoritas condenadas a la desolación.
Publicado por el Fondo Editorial Tierra Adentro, el libro está conformado por 63 relatos breves en los que la autora aborda el mundo de lo femenino desde un contexto cotidiano, con el que cualquier lector se puede identificar.
“Son 63 cuentos cortos cada uno sobre mujeres, hembras digamos, porque también hay perritas o muñecas inflables. Es lo femenino en general, pudieron haber sido muchas más mujeres, pero es como el universo femenino, los papeles que nos imponen y creemos que tomamos esos papeles y no es así, o que creemos haber tomado una decisión, un papel, una profesión y realmente pues es algo que nos tocaba por nuestro contexto, nuestra familia”.
En entrevista, la autora de Guadalajara precisó que se trata de historias donde aborda papeles como la maternidad, que aún hoy es un absoluto tabú, la no maternidad, el ser profesionista, ama de casa, en contextos cotidianos, cercanos al lector.
Sin embargo y como el mismo título lo indica, “son historias muy deprimentes. No es un libro bonito, con esperanza en el futuro, en absoluto. Aquí me abrí, me di la oportunidad de sacar como todo ese lodo que a veces uno trae cargando durante muchos años, con nosotras mismas, nuestra familia, con la figura materna, con la paterna. Pocas veces me doy esa oportunidad en mí, porque el resto de mi vida, como escritora de literatura infantil, es distinto cómo lo hago”.
Y son 63, dijo, porque se puso un límite al azar, de lo contrario hubiera podido escribir 2 mil historias, ya que están inspiradas en las vidas de sus amigas, vecinas y conocidas. La primera que escribió fue la de la Señorita #63 que es de una mujer “que vive en un departamento y es la chacha de su mamá y de su hija, vi una escena tan absurda y ridícula que dije, esto es un cuento”.
A partir de ahí, comenzó a darse cuenta de que había muchas historias de mujeres por contar y aunque originalmente cada una tendría un título, al ser tantas finalmente decidió ponerles un número.
Aseguró que el proceso creativo de 63 señoritas condenadas a la desolación fue muy corto, a diferencia de lo que ocurre con sus libros infantiles, en los que invierte mucho tiempo y deja reposar por meses. “Aquí fue distinto, era una enorme necesidad, como cuando vomitas y se nota en el ritmo del libro, estuve unos dos meses escribiendo, en cualquier instante que tuviera”.
Una vez que tuvo el libro terminado, comenzó a buscar convocatorias para publicarlo, hasta que dio con la del Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri 2016, del cual resultó ganadora a pesar de que nunca se lo imaginó. Esto en una edición cuyo jurado estuvo integrado por Luis Jorge Boone, Imanol Caneyada y Juan José Rodríguez.
Dedicada a la literatura infantil, Érika Zepeda tiene en su haber títulos como Historias galliniles, Una zarigüeya en mi mochila, ¿De qué color es mi mamá?, Instrucciones para convertirse en pirata, con el cual ganó el Premio Barco de Vapor el año pasado y Ánimas que no amanezca, que está a punto de aparecer y que es de teatro guiñol para niños.
Ahora, la autora quien desde niña supo que se quería dedicar a las letras, prepara otro volumen de cuentos para adultos donde abordará el tema de la maldad como algo sutil. Serán relatos por ejemplo de una madre que tiene un hijo con obesidad mórbida y aun así le regala un pastel de chocolate o bien, de una persona que está en el elevador y al momento de subir alguien más, le cierra la puerta.
Por ahora, el público puede disfrutar de las deprimentes historias de 63 señoritas condenadas a la desolación, el cual ya fue presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, donde el pasado 4 de marzo, Érika Zepeda leyó a los asistentes algunas de estas historias.