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Una Marea Humana Despide al Alcalde de Huitzilan

* Exige líder nacional de Antorcha que el Gobierno dé con los autores del crimen

Por Nancy Grajeda / Colaboradora

Argonmexico / HUITZILAN, Pue.- Más de 30 mil antorchistas de Huitzilan de Serdán, arropados por sus compañeros de varios estado del país, despidieron el viernes pasado al alcalde Manuel Hernández Pasión, quien fue emboscado y masacrado por el cacicazgo de la Sierra Nororiental de Puebla la tarde del martes 10 de octubre.

Aquiles Córdova Morán, secretario general del Movimiento Antorchista, afirmó que este asesinato no es un acto aislado, sino que se suma a las amenazas sistemáticas lanzadas contra los líderes antorchistas en el país.

“A Manuel lo mataron los caciques de la Sierra. Que nadie piense que Manuel es una víctima aislada, porque no lo es; esto es parte de toda una reacción política a nivel nacional en contra de Antorcha, porque el mismo miedo que le da a los caciques de la Sierra del avance de Manuel, es el mismo miedo que les da a todos los poderosos de México con el avance de Antorcha”, sostuvo.

Durante el homenaje de cuerpo presente a Hernández Pasión, el líder nacional de los antorchistas afirmó que “el crimen es político, fueron razones políticas, del liderazgo, del peligro que presentaba Manuel para el dominio caciquil en la Sierra Nororiental lo que ocasionó su muerte. Manuel Hernández fue abatido por las balas de los enemigos del progreso popular, porque estaba logrando, como el agua en tierra seca, penetrar cada vez más hondo en la conciencia de los indígenas de esta zona de la Sierra”.

Acompañado por la Dirección Nacional de la organización, Córdova Morán exigió que el crimen no quede impune, y advirtió: “Desde aquí le digo al gobernador y al fiscal de Puebla que si ellos no localizan al asesino de Manuel será porque no quieren hacerlo”.

El progreso de Huitzilan de Serdán ha costado sangre, sudor y lágrimas. Antorcha llegó a este municipio serrano, en 1974, cuando nadie, ni el gobierno de Puebla ni el Ejército, quería entrar dado el clima de terror que había impuesto el cacicazgo que se apoyaba en la UCI para robar tierras, explotar y asesinar a los campesinos que se oponían a su dominio. Sólo Antorcha, como narran los habitantes, ayudaron a los indígenas huitziltecos a librarse de lo que han llamado la década del terror y comenzar un camino hacia el progreso, que se ve ahora cuando a cada paso ves escuelas de todos los niveles educativos, unidades deportivas, calles pavimentadas, un hospital integral, una iglesia remodelada, servicios básicos y empleo.

LOS JÓVENES DEBEN LEVANTAR LA BANDERA DE MANUEL

“Manuel Hernández pasión era un líder antorchista que reunía en grado eminente todas las cualidades de un líder antorchista: además de sus prendas personales, de lo bueno que de él nacía por ser un hombre bueno, probo, lúcido, procuró reunir todas las cualidades que debe reunir todo buen líder, es decir, conocer las causas profundas de los problemas de México. El líder antorchista debe ser visionario, modesto, abnegado, trabajador, honrado a carta cabal y atento con la gente pobre, capaz de enfrentar a quienes quieren abusar del pueblo, es decir, debe ser valiente”, afirmó Aquiles Córdova Morán.

Además, sostuvo que Manuel fue un parteaguas en Huitzilan, era un líder joven. “Los que trajeron aquí a Antorcha, ellos y yo, como dijo Alfred Tenysson, hemos envejecido. Ha llegado el momento de que haya una renovación generacional en el liderazgo de Huitzilan y Manuel era el primer elemento de esta necesidad. Dicen que cada época pare al hombre que necesita y Manuel era el hombre que Huitzilan necesitaba en esta fase”.

Por eso llamó a los jóvenes “a que se llenen de valor, de inteligencia, de claridad política, de honradez, laboriosidad y a que conozcan la historia de Huitzilan, para que puedan llevar la bandera que dejó Manuel Hernández”.

En el auditorio Máximo de la Cruz Rivera, las juventudes antorchistas, los indígenas de la Sierra Nororiental y comisiones de la organización de varios estado del país, gritaron consignas y vivas al antorchista caído bajo las balas de los caciques.

Durante el homenaje, en el municipio retumbaban las voces de los 30 mil antorchistas, que despedían a uno de los mejores presidentes municipales de Puebla y, probablemente, del país.

Las velas encendidas con el rojo del fuego y las banderas se agolpaban alrededor del cuerpo del líder huitzilteco. Los indígenas se acercaban a la caja mortuoria uno a uno y se despedían de su edil. En primera fila: el pleno campesino de Antorcha en el municipio y la dirigencia nacional de la agrupación.

EL PUEBLO DEBE SER LA FUERZA DE ANTORCHA: CÓRDOVA MORÁN

“Debemos crecer, crecer y crecer, como las arenas en el mar o como las estrellas en el cielo, para ganar el poder político del país entero, porque sólo entonces podemos acabar con estas lacras: la explotación, la pobreza, la desigualdad, la ignorancia y la falta de trabajo que están acabando con el país. México es uno de los países más desiguales, a pesar de que somos los que más trabajamos a nivel mundial”, sostuvo el líder nacional, ante un público que escuchaba atento su mensaje.

“Tenemos que ser millones y lo podemos hacer si cada uno de ustedes se llena de valor para traer a un nuevo antorchista cada año”.

Y dijo que en Huitzilan la organización debe crecer más rápido aún y ganar una vez más la presidencia municipal para que “el pueblo siga progresando, para que no vuelva la violencia”.

Si perdemos la presidencia de Huitzilan, afirmó el líder, la van a recuperar los caciques, y “a partir de ahí ellos la van a defender con las armas en la mano, y lo que van a traer es el terror, es el abuso, es la explotación, es el robo, es la falta de educación y de todos los servicios, porque de eso viven y de todos los caciques de México. Ni un voto de los huitziltecos bien nacidos al candidato de los caciques en las próxima elecciones”.

“Necesitamos no acobardarnos, sino que Antorcha siga creciendo en Huitzilan y en toda la Sierra Nororiental. Ya llegó la hora de que el indígena se levante y se libere, ya llegó la hora de que el indígena sea mexicano de primera, como cualquier otro mexicano. Ya llegó la hora de que se le haga justicia al pueblo indígena de México”, concluyó Córdova Morán.

Con la caja que portaba el cuerpo del líder asesinado, los antorchistas salieron del auditorio municipal y se dirigieron al panteón municipal, para darle el último adiós a un grande de Huitzilan: el joven presidente municipal, Manuel Hernández Pasión.