DestacadosDiputados

Renuncia de Martínez Cázares al IMSS

Por Daniel Gómez Trejo

*El destinatario real de la crítica inteligentemente armada por Germán Martínez, es López Obrador porque sabemos que él es -y no Urzúa- quien marca las directrices de la política administrativa de austeridad, señala

* La confianza es el más preciado bien que la administración pública está perdiendo. La ciudadanía está restando confianza al gobierno y no por nada es el desgaste que está teniendo López Obrador en los niveles de aceptación, resalta

Argonmexico / Antonio Ortega Martínez, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD) sostuvo que la renuncia presentada este día por Germán Martínez Cázares a la titularidad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es la primera crisis política grave en el gobierno de la llamada “Cuarta Transformación” y señaló que después de esta, será cotidiana la aparición de más conflictos en un gobierno que no atina a transmitir con claridad, una ruta y orientación por los que pretende conducir al país bajo el argumento de la austeridad.

Ortega Martínez señaló que el destinatario real de la crítica hecha por el ahora ex funcionario en su carta de renuncia, es el Presidente López Obrador porque es sabido por todos que las directrices de la política administrativa y austeridad, así como las orientaciones hacia las dependencias públicas, no las define el Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, sino el Presidente de la República.

En este sentido, el legislador federal mencionó que esta no era la primera vez que Germán Martínez tenía diferencias con Hacienda por su intromisión, ya que -en su momento- el hoy ex director del IMSS rechazó la imposición de Pedro Zenteno como director administrativo, enviado por Urzúa para garantizar la aplicación de ciertas directrices y orientaciones relacionadas con el gasto como ha instruido López Obrador.

“Germán Martínez es de los pocos funcionarios que transmitió con cierta claridad el diagnóstico de cómo recibe al IMSS, cómo es posible trazar una ruta de cambios y hay que decirlo con claridad: Tenía cierta idea de qué hacer con el Instituto y su necesaria transformación”.

Después de esto, destacó Ortega, el ofrecimiento presidencial de que “a la vuelta de pocos años tendríamos servicios de salud comparables a los de Europa (y Canadá), es incumplible porque el mejor funcionario del sistema que podía tener el mandatario, le acaba de renunciar inconforme con su política y directrices”.

Lo que sí debería de alarmarnos y alertarnos, subrayó el también secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, es la denuncia de Martínez Cázares respecto a que las reservas financieras del IMSS, pudieran ser destinadas a otros fines.

En el PRD, recordó Antonio Ortega, ya habíamos puesto esta misma advertencia de la intención de que el capital financiero del IMSS y del ISSSTE podía ser dedicado a otros fines como son los proyectos del Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el corredor Transistmico, para lo cual ya se dieron intentos de diputados del PT, sin dejar de recordar las recientes modificaciones que se aprobaron por Morena y sus aliados al marco legal del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR).

La renuncia de Martínez Cázares –subrayó- es un anuncio anticipado de muchas más crisis que el gobierno de López Obrador tiene escrituradas para México y sus habitantes.

“Estamos en riesgo de que recursos que son de los trabajadores y patrones, puedan ser utilizados para los programas estratégicos de López Obrador por una razón: La desaceleración económica ha bajado la recaudación, será imposible financiar los mega-proyectos; los programas asistenciales y clientelares, y se pretende resarcirlo con medidas de austeridad que son en realidad, un disfraz para evitar anunciar los recortes que el gobierno tiene encima”.

López Obrador, recalcó Antonio Ortega, sabe el impacto político y social que tendría anunciar ajustes presupuestales y pretende (con medidas de austeridad) disfrazarlos y, en último caso, con la decisión de hacer uso de las reservas del IMSS, del ISSSTE para otros fines.

Finalmente, Ortega Martínez expuso que, así como la Suprema Corte de Justicia de la Nación evidenció la inconstitucionalidad de la Ley de Remuneraciones, ahora de igual manera, la Ley de Austeridad y la forma con que se aplica en el IMSS y en todos lados, es una decisión de carácter político-autoritaria que está teniendo consecuencias muy graves y debe ser igual eliminada.

“Lo que requiere el país, concretó, son medidas contracíclicas: No a la austeridad; no a los recortes y, sí a garantizar que el presupuesto tenga cumplimiento; resarcir los bajos ingresos con una política de recaudación de impuestos agresiva y mantener el nivel de gasto; garantizar sociedades entre inversión pública y privada”.

“La confianza es el más preciado bien que la administración pública está perdiendo. Es el bien público que la ciudadanía está restando al gobierno y no por nada la pérdida de reconocimientos y de aceptación que está teniendo López Obrador”, concluyó.